miércoles, 27 de enero de 2010

Un día cualquiera

Hoy, al levantarme, pensé que sería un día más. Llevo sumida en la rutina más de un mes. Mi día a día no dista mucho más de: levantarme, desayunar, estudiar, mirar correo, comer, ver programa de sobremesa, estudiar, ducharme, cenar, ver correo y/o tele y acostarme. A excepción de cuando voy a darle clases a un chica de matemáticas y cuando tengo que salir a hacer la compra.

Atrás quedaron los días en los que, al anochecer, siempre tenía alguna historia, anécdota o queja que hacer. Como cuando un anciano, en el tussam me contó que no sabía leer ni escribir, que él sabía que "madrí" acababa en "d" y que "cadi" acababa en "z" porque se lo había oído al maestro que iba a darle clases a los hijos del dueño del cortijo donde su padre era peón. O como cuando un emigrante nigeriano se sentó a mi lado en la parada del autobús y me contó que se había inscrito en un curso de español porque necesitaba poder hablarlo, ya que aquí nadie hablaba su idioma. O cuando una señora montó un escándalo en el supermercado porque se colaron en la caja. O cuando un grupo de gente selecta de la clase media-alta me abrumaron con sus impertinecias en un restaurante.......

Atrás quedaron esos días en los que todo iba de mal en peor. Aquellos días en los que maldices haberte levantado. Pero aún así aunque sea estresada, aungustiada, cabreada,... también tenía algo que contar.

Pues hoy resultó, al fin, ser un día diferente. Me levanté, estudié, y apartir de ahí empezó a desaparecer la rutina: me voy a darle clases a la chica. lLego y me dice que ha suspendido el último examen. Pienso: "Ainsss madre mía, ¿qué hago con ella?". Salgo de su casa y al llegar a la calle: "Oh oh! ¡Está lloviendo!, y no tengo paragüas. Pero, ¡si cuando venía hacia aquí el sol estaba fuera!, ¡maldito cambio climático!.

Y encima yo había pensado pasarme por el supermercado a comprar, ya que lo único que me sustentaba era un paquete de pimientos morrones, un huevo, tres latas de atún, palitos de cangrejo y un danone cumplido.

Finalmente llegé a mi casa hecha una sopa. Hacía tiempo que no me mojaba tanto con la lluvia. Mi pelo estaba literalmente chorreando. Y bastante que me costó llegar, porque por lo visto, no había sido la única a la que la lluvia había sorprendido fuera de casa y sin paragüas. Las aceras estaban todas encharcadas y llenas de gente corriendo, agarrándose con la mano la chaqueta a la altura del pecho, con la cabeza inclinada hacia abajo e intentando esquivar los charcos. Además de un tránsito horroroso de bicis.

Me recogí mi melena empapada en una cola, cogí el paragüas y me dije, ya estoy mojada, ya que más da. Necesito ir a comprar algo de comida. Así que me dispuese a salir de nuevo, a la aventura del tránsito de la aceras, pero ahora peor aún: con paragüas.

Llegué al supermercado después de tres empujones, un intento de suicidio involuntario por el carril bici y otro casi-accidente entre mi ojo y una varilla de un paragüas rojo.

Al entrar me autocabreé un poquito más al ver que estaba completamente abarrotado. Menos mal que tenía mi lista en mano, y no tenía más que coger las cosas y salir pitando.

Llegué a la caja, y el cajero se había dado cuenta de mi hiperactividad, de mi ir para acá y para allá corriendo y directa, así que mientras pasaba mi compra por la caja me pregunta:

-¿Te tienes que ir?.

-Perdona, ¿cómo?.

-Que tienes que irte, ¿no?

Yo pensé (con la mala leche que tenía por dentro), no, si quieres me quedo aquí pasando compras, no te digo...

-Si - sonreí un poco falsilla- ¿por qué?.

-No, hombre, es que como te veo algo estresada, de un lado a otro,...

-¡Ahh!, ¿me dices que si llevo prisa?.

-Sí, claro.

Uff, tierra trágame, ¡qué borde he sido!. El pobre chaval sólo intentaba ser amable.

-Pues sí hijo, la verdad es que llevo muchísima prisa. No es por nada, simplemente tengo ganas de llegar a mi casa, quitarme la ropa mojada, poner el calefactor y sentarme tranquilamente. (Aunque sea a estudiar).

Amablemente me metió la compra en las bolsas y me las dió.

-Toma. Y nada, tranquila, ya vas a llegar a casa.

Cuando tienes un día así, llegas a algún lugar y alguien te trata con tanta amabilidad, con unas buenas palabras y con una sonrisa, no hay ni lluvia ni charcos que mojen, ni empujones que molestes ni prisa por llegar a casa.

Cogí mis bolsas, salí a la calle y con una sonrisa abrí mi paragüas.

domingo, 24 de enero de 2010

Super-ada

Si hay algo que me caracteriza, es quizá los largos momentos que dedico a la reflexión. Sin ir más lejos anoche me pasó algo en lo que me detuve a pensar. Estaba jugando al "party" y me tocó hacer una pregunta a mis contrincantes. Después tenía que elegir entre tres opciones aquella con la que más identificada me sintiera. Una vez pensara cúal era la más parecida a mi respuesta personal, los componentes del otro equipo tenían que acertar la que yo había elegido.
La pregunta era la siguiente: Si fueras un superhéroe y tuvieras superpoderes, ¿qué superpoder te gustaría tener?
a) Poder mover objetos con la mente (telequinesia) y poder leer el pensamiento de las personas (telepatía).
b) Poder volar y tener una fuerza extrema.
c) Poder hacerte invisible e intangible.
La primera que rechacé fué la b, puesto que no me siento muy agusto en las alturas. Estaba entre la a y la c, y casi me decanto por la a. Pensé lo guay que sería poder mover objetos, no tener que levantarte cuando, estas ya acomodada en el sofá y de repente te das cuenta que quieres cambiar la tele y el mando está encima del mueble. O cuando te acabas de sentar a comer y te das cuenta que te has dejado las servilletas en la cocina. O cuando estas en el cuarto de baño y vas a coger papel higiénico y te das cuenta que no hay.
Y saber lo que piensa la gente. ¿Saber lo que piensa la gente?. Saber cuando alguien no le caes bien y te pone a caldo con pensamientos negativos, saber cuando a alguien no le gusta como hueles o como vistes, saber los problemas de cada una de las personas con las que estes, saber cómo alguien al que quieres te dedica unas duras palabras para sí mismo.... No me estaba gustando para nada tener este superpoder. Si no es suficiente la influencia que ejercen los demás sobre nosotros, aun así, en este mundo hipócrita y superficial como para encima saber a ciencia cierta lo que piensan.
Entonces definitivamente, opté por la c. Hacerme invisible e intangible. Pensé, que si tuviera este superpoder, habría evitado muchas de las metedura de pata de mi vida, podría haber desaparecido en esos instantes en los que me arrepiento de haber estado. Además se le podría sacar mucho partido jajajajaa... podría copiar en los exámenes, podría colarme en el cine, en el autobús, en los conciertos, ... Y muchas más cosillas... Seguro que a vosotros también se os ocurren algunas cosas que se pueden hacer siendo invisible e intangible, ¿no?.

lunes, 11 de enero de 2010

Ella

Haciendo un repaso del año pasado he estado pensando en todos los momentos que he vivido. Momentos en lo que me he divertido, momentos en los que me he desesperado, momentos de mucha tristeza, de mucho estrés,... Y, ¿sabéis qué? Ella siempre ha estado ahí. Ella se ha reido conmigo, me ha escuchado, me ha animado, Ella me ha apoyado, me ha reñido,.... . Ella sabe bien que no ha sido mi mejor año, y quizá por eso hasta le haya podido crespar. Pero aún así, Ella ha estado ahí más que nunca.


Aunque no te voy a decir nada que no sepas, te quiero dedicar unas palabras. Creo que te lo mereces y te lo debo.




Te dedico estas palabras de cariño porque contigo soy yo. Siempre podrás contar conmigo, puesto que tú me has demostrado que estás ahí en los momentos difíciles. Muchas gracias por tus consejos, tu atención, tu respaldo y consolación. Siempre recordaré los grandes momentos que me has dado.


Para una valiosa amiga.



lunes, 4 de enero de 2010

¡Feliz año! ja ja ja

Hace una semana:
Este año he estado pensando mucho en mi lista de propósitos para año nuevo. Y he estado pensando mucho porque me la voy a tomar en serio. No voy hacer la típica lista de: dejar de fumar, beber, adelgazar o intentar meterme en alguna asociacion o historia altruista. Nada de eso, las de este año son:
El primero y principal: me voy a centrar sentimentalmente. No quiero tener nada con nadie hasta que no encuentre a un chico competente. Se acabaron las historias que ya están rotas incluso antes de empezar. O las historias que lo único que me pueden traer sean quebraderos de cabeza.
El segundo: tengo que centrarme en mis cosas. Sólo y únicamente en mis cosas. Mis estudios, mi equipo, mis trabajos. ¡Exclusivamente en mis cosas!.
El tercero: tengo que dedicarme al cien por cien a las personas que quiero. Demostrárselo día a día. Que todos ellos sientan que estoy ahí con ellos, que se rían conmigo, que lloren,... en fin.... Si busco dentro de mí, sé perfectamente quienes son. Tengo que dejar de perder fuerza y energía con aquellas otras que, no es que no se lo merezcan, es que ni valoran ni les importa el esfuerzo.
Estoy segura que esta lista puedo cumplirla, me hará sentirme mejor conmigo misma. Y me hará ser este nuevo año un poco más feliz.
3, Enero 2010:
Tengo que comunicaros que en el transcurso de 20 horas tras tomarme las uvas (bueno yo no tomo uvas porque no me gustan) he incumplido los tres. Porque no hay piojo más castigado que la lengua, no quería yo publicar el post de mis propósitos.....